De acuerdo, todo el mundo quiere resultados y vender. Dicho esto, vamos a ver como lo hacemos porque parece ser que el resto de empresas están empeñadas en hacer lo mismo. La única ventaja que tenemos es que aunque a todo el mundo le gusta la innovación y ser el number one, a la gran mayoría le cuesta aceptar los cambios y aun menos aprobarlos uno mismo.
Puestos a sincerarnos, nosotros tampoco somos unos revolucionarios visionarios, pero no nos callamos ni una idea. Nadie conoce los resultados de sus acciones hasta que suceden, y porque lo que a nosotros nos puede parecer una genialidad al resto les puede parecer una porquería, pensamos en global.
Las cosas son así y no verlo es engañarse. De ahí que el trabajo empiece por conocerse, ver de donde se viene, a donde se ha llegado y a donde se quiere llegar. Suena bonito, pero tampoco hay que invertir demasiado tiempo. Hecho esto nos metemos a saco para crear lo que haga falta. Suena un poco salvaje y poco técnico, pero es lo que hacemos en la intimidad del estudio.
Nos picamos con una facilidad espantosa, hecho que ya no nos preocupa esconder. Aceptamos retos a puñados y ofrecemos más de lo que nos piden. Con el tiempo también hemos descubierto que en verdad no nos lo piden. Somos nosotros mismos quienes lo hacemos. Todo esto que has leído, viene a modo de carta de presentación ya que ni podemos ni queremos cambiar. No queremos que te lleves sorpresas, es lo que vas a encontrar.